El abono orgánico de caballo es un valioso compost derivado de estiércol, reconocido por su riqueza en materia orgánica y nutrientes esenciales. Este abono, obtenido de ganaderías con estrictos controles sanitarios, ofrece una serie de beneficios para la fertilización y mejora del suelo en proyectos de jardinería y agricultura. Aquí se destacan algunas de las características y recomendaciones clave para aprovechar al máximo este recurso natural:

El abono de caballo se distingue por su elevado contenido de materia orgánica, lo que beneficia la estructura y fertilidad del suelo.

Contiene nutrientes esenciales como nitrógeno, fósforo y potasio, fundamentales para el crecimiento saludable de las plantas.

Proviene de ganaderías sometidas a estrictos controles sanitarios, asegurando la calidad y pureza del estiércol empleado.

Esparcir 4-5 cm de abono orgánico sobre el suelo.
Mezclar hasta una profundidad de 15-20 cm para mejorar la estructura del terreno.

Para la fertilización, aportar entre 5 y 10 litros/m2 sobre el terreno.
Ajustar la cantidad según las necesidades y características específicas del suelo.

Proporciona una fuente natural de nutrientes esenciales para las plantas, favoreciendo su desarrollo y salud.

Contribuye a la formación de una estructura del suelo más aireada y retentiva de agua.

Aporta materia orgánica valiosa, aumentando la fertilidad del suelo a largo plazo.

Al ser un producto orgánico, contribuye a prácticas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente.

El abono orgánico de caballo se presenta como una opción versátil y natural para enriquecer tu jardín y mejorar la calidad del suelo. Al seguir las recomendaciones de aplicación, podrás aprovechar al máximo los beneficios que este valioso compost ofrece a tus plantas y a la salud general de tu jardín.